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Historia

En mayo de 1949 siendo obispo de Granada, Monseñor Carlos Borge Castrillo ofreció a la Orden de Predicadores (Dominicos), una fundación en la ciudad de Rivas, que fue presentado al Consejo de Vicaría el 28 de Mayo del mismo año. Juntamente con la parroquia que se iba a crear, el obispado entregaría también a la Orden de Santo Domingo, una finca denominada Guadalupe con la casa hacienda, para que la orden fundara ahí una escuela, un colegio o algún centro educativo, dejándole el uso y el usufructo perpetuo.

El Obispo anuente a las propuestas de los Padres Dominicos, convino en la unificación de las parroquias bajo una sola administración y con respecto a la finca Guadalupe y al destino que la orden podría darle, quedaron en absoluta libertad y se planeó fundar una Escuela Superior de Agricultura.

Las condiciones de la finca para ponerla en marcha contaban con predios en total abandono, una casona en malas condiciones y falta total de medios económicos. Sin embargo, la obra se inició y fueron propulsores de la misma el Padre Domingo del Pilar Fernández y el Padre Santiago Pastor Codesal. Para contar con todas las garantías de permanente seguridad se convino con el obispo, la firma del contrato al igual que la toma de posesión definitiva, existiendo “Convenio para la fundación de una Residencia de Religiosos de la Orden de Predicadores en la ciudad de Rivas, de la Diócesis de Granada, Nicaragua”, el 25 de noviembre de 1950.

Foto Inauguración EIAG
Foto Inauguración EIAG

Esta universidad inició su funcionamiento como Institución Técnica Media Agropecuaria con el nombre de Escuela Internacional de Agricultura, (E I A) el 01 de agosto de 1951 en la ciudad de Rivas. En un acto solemne asiste el Presidente de la República, acompañado por el Ministro de Instrucción Pública, en presencia de dieciocho alumnos, los profesores y los religiosos dominicos, Fray Domingo del Pilar Fernández, Vicario Provincial y Fray Santiago Pastor Codesal, primer Director de la Escuela Internacional de Agricultura. Ese día comienza el primer semestre, de los tres años fijados por el Plan de Estudio para obtener el Título de Perito Agrónomo.

La enseñanza agropecuaria era de tipo medio, no universitaria. Pero desde un principio los dominicos pensaron “en la posibilidad de incorporar la nueva Escuela de Agricultura en algún centro universitario, con el fin de que los títulos tuvieran validez oficial y superior.”

Los dieciocho primeros alumnos eran becados internos, no pagaban arancel. Entre las instalaciones contaba con dormitorios, camas, baños y servicios higiénicos, sala de comedor y cocina, todo lo necesario para vivir en condiciones cómodas.

Desde sus inicios, este centro de estudios se declaró internacional y su prestigio trascendió más allá de las fronteras, al incorporar estudiantes procedentes en su mayoría de El Salvador, Costa Rica, Panamá y otros países.

1ra. Fila: Napoleón Campo, Laureano Pineda, Fray Pastor Codesal OP. Manuel Calderón, Marciano Cuadra, José Vílchez. 2da. Fila: Manuel López, Tito Castillo, Kafar Argüello, Carlos Arce, Guillermo Coto
1ra. Fila: Napoleón Campo, Laureano Pineda, Fray Pastor Codesal OP. Manuel Calderón, Marciano Cuadra, José Vílchez. 2da. Fila: Manuel López, Tito Castillo, Kafar Argüello, Carlos Arce, Guillermo Coto

Fray Marciano Diez Tascón (O.P) historiador y escritor de la obra “Dominicos en Centro América. Siglo XX”, relata como se construyeron los primeros establos para el cuido y manejo de ganado vacuno, los modernos gallineros, las amplias porquerisas para los cerdos y sus crías. Además resalta el trabajo intenso en la siembra de pastos, maíz, y sorgo. Habilitación de viveros para diversas clases de plantas y árboles hasta llegar a contar los medios básicos para la investigación.

Al iniciar se recibió mucho apoyo, la casona y la finca “Guadalupe” fueron donadas por la Srita. María Peregrina Maliaño. La Fundación López Carazo de Rivas contribuyó al sostenimiento con una pensión mensual. El Dr. Evaristo Carazo Morales, ofreció C$ 40,000 córdobas para iniciar la obra. El gobierno entregó semillas y maquinaria y una institución norteamericana obsequió un equipo completo de laboratorio para el análisis de suelos, control de enfermedades de las plantas y del ganado.

Es en 1990 que la Asamblea Nacional aprueba la Ley 89, “Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior de Nicaragua”, ésta incorpora a la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas, como una de las Instituciones de Educación Técnica Superior y como tal miembro del Consejo Nacional de Universidades. Le otorga autonomía orgánica, administrativa, financiera y académica.

A partir de ese momento, la Orden de Predicadores brinda la dirección institucional de la EIAG al padre Gregorio Barreales y quien asume este cargo hasta el año 2012. En este periodo la Escuela Internacional de Agricultura y Ganadería obtiene grandes avances. El Consejo Nacional de Universidades (CNU) otorga el carácter de universidad y esto permite la apertura de carreras a nivel de licenciaturas. También en esta etapa, se apertura nuevos módulos de producción y unidades como Investigación y Extensión Rural.

Aun con el nombre de EIAG se inicia con el Proyecto Chinandega, que nace con el objetivo de atender a los jóvenes de occidente del país. Este proyecto funciona en modalidad sabatina y está ubicado en las instalaciones del colegio San Luis Beltrán, que pertenece a la Orden de Predicadores.

Padre Carlos Irías Rector UNIAG
Padre Carlos Irías Rector UNIAG

En el año 2013 la orden nombra como director al padre Carlos Irías, quien empieza todo un proceso de crecimiento en este centro de estudios, incluyendo el cambio de razón social. La universidad deja de ser EIAG y se convierte en UNIAG Universidad Internacional de Agricultura y Ganadería de Rivas.

La UNIAG funciona casi en su totalidad, gracias al 6% que el estado de Nicaragua brinda a las universidades que pertenecen al CNU. Este aporte permite que la universidad priorice a los jóvenes más pobres del país.