La UNIAV está por cumplir los 70 años y ha encontrado el momento propicio para contribuir en la transformación paradigmática que el país y la región latinoamericana requieren en su sistema educativo. Un grupo de especialistas, con visión muy clara, están tratando de llevar estas ideas a profesionales en nivel de posgrado, para que a partir de la interpretación crítica y la aplicación de los fundamentos derivados sean capaces de provocar el paradigma emergente.
La UNIAV inicia el año 2018 trascendiendo sus fronteras y decide llevar su propuesta epistemológica y educativa a Guatemala. Desde finales del año 2017 en esta universidad ya se venía planificando abrir un curso en este país centroamericano y después de varios meses de trabajo, el Doctorado en Educación y Mediación Pedagógica es una realidad desde el mes de enero.
Este curso se apertura gracias a la hermandad que existe entre las comunidades religiosas de la Orden de Predicadores y La Salle de Guatemala. El hermano Carlos Azmitia ha sido la persona que se ha encargado de dar a conocer en Guatemala el gran paso que la UNIAV está dando en Nicaragua.
En un primer encuentro el rector de la UNIAV, Fray Carlos Irías mencionó a los aspirantes: “en esta universidad retomamos los planteamientos del Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si. Compartimos con él las preocupaciones y la urgente necesidad de cambiar nuestra visión de la vida en toda su dimensión, al igual que nuestra práctica cotidiana”
La dinámica de este doctorado es igual que la de los cursos que se realizan en Nicaragua, es decir, encuentros cada dos meses y trabajo desde la plataforma virtual. Los 30 doctorantes chapines tendrán el acompañamiento de mediadores guatemaltecos, menciona Joel Rojas, responsable de Extensión y Posgrado en la UNIAV.
Según Fray Carlos Irías “resulta de crucial importancia realizar una propuesta educativa que nos conecten con el buen vivir y promuevan la formación de una ciudadanía planetaria y ecológica como la que nos invita a construir el Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si”.